¿Qué es la disfagia y cómo afecta a tu día a día?

Identificar una dificultad al tragar no siempre es fácil. En este artículo te explico qué es la disfagia, qué señales pueden ayudarte a detectarla y cómo se aborda desde la logopedia para mejorar tu seguridad al comer.

La disfagia es una alteración en la deglución: la acción de tragar. Puede afectar a cualquier persona, en cualquier etapa de la vida, aunque es más común en adultos mayores o en personas con patologías neurológicas. Cuando hay disfagia, el proceso de llevar los alimentos desde la boca hasta el estómago se vuelve ineficaz o peligroso, y eso impacta directamente en tu salud y calidad de vida.

Muchas veces no se detecta a tiempo, porque los síntomas pueden parecer pequeños o estar normalizados: toser al comer, necesitar beber agua constantemente para tragar, sentir que la comida «se queda» o evitar ciertos alimentos sin saber por qué. Pero estas señales pueden indicar que tu cuerpo no está gestionando bien el acto de tragar, y eso puede llevar a complicaciones si no se aborda a tiempo.

Señales de alerta que debes tener en cuenta

No todas las personas con disfagia presentan los mismos síntomas, pero algunas de las señales más frecuentes que puedes observar son:

  • Toser o carraspear durante o después de comer o beber
  • Sensación de que el alimento “se queda” en la garganta
  • Cambios en la voz tras tragar (voz húmeda o ronca)
  • Dificultad para masticar ciertos alimentos o necesidad de evitarlos
  • Infecciones respiratorias repetidas sin causa aparente
  • Pérdida de peso o desnutrición

Si alguna de estas situaciones te resulta familiar, conviene hacer una valoración logopédica. A veces los síntomas son sutiles, pero con una intervención adecuada, los resultados pueden ser muy positivos.

Cómo puede ayudarte la logopedia

El tratamiento de la disfagia no es solo tragar mejor, es ganar seguridad y calidad de vida. Como logopeda especializada en neurologopedia, trabajo contigo para evaluar cómo está funcionando tu deglución y diseñar una intervención individualizada.

En las sesiones utilizamos ejercicios específicos para fortalecer la musculatura implicada, técnicas posturales para tragar con más seguridad y pautas dietéticas adaptadas a tu situación. Todo con un enfoque práctico, sin complicaciones y centrado en que te sientas seguro al comer.
También trabajamos aspectos emocionales, porque dejar de disfrutar la comida genera miedo, inseguridad o rechazo social. A través de un tratamiento cercano, puedes volver a sentir tranquilidad en cada comida.

Lo más importante: actuar a tiempo

La disfagia no es solo un síntoma molesto, puede tener consecuencias graves si no se trata. Infecciones respiratorias, deshidratación o desnutrición son riesgos reales. Por eso, si crees que podrías estar experimentando dificultades al tragar, lo mejor es hacer una valoración profesional cuanto antes.
Estoy aquí para ayudarte a recuperar esa seguridad y hacer de cada comida un momento más tranquilo y seguro.